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CABRERA EJEMPLO DE SOCIEDAD MADURA.

Desde que en 1916 el Estado Español, por razones de defensa estratégica, expropiase el archipiélago de Cabrera a la familia Feliu y hasta que la Ley 14/1991 le declaró Parque Nacional Marítimo-Terrestre el Archipiélago de Cabrera a estado en manos del Ministerio de Defensa. Ahora, después de esa transición lógica y coherente con lo que entendemos es el desarrollo de nuestra sociedad y la sensibilidad hacia la protección del medio natural, Cabrera ocupa un lugar destacado en el Mediterráneo Occidental.

 

Sin embargo esa evolución de la ciudadanía hacia temas de conservación choca frontalmente con las decisiones que se toman desde el poder, entendido esté como un conglomerado de interés económicos visibilizados en los políticos de turno.

 

Como si no podemos explicarnos, por ejemplo, que permitamos que este año, el 2017, el Ministerio de Defensa Español se gaste más del 75%  (1.076 mill. de euros) de lo contemplado en los Presupuestos Generales; o la iniciativa CEE de entregar, de nuestros impuestos, 90 millones de euros por año hasta el 2019, 500 millones más cada año hasta el 2020 y a partir de este año 1500 millones anuales para que desarrollen nueva tecnología militar y productos derivados, es decir, armas con objetivo el mercado exterior, con el agravante de que estas cantidades son extraídas de los presupuestos en defensa de los derechos humanos y del medio ambiente.

 

Cabrera se hizo Parque Nacional por la presión de una Sociedad cada vez menos militarizada y con más sensibilidad hacia los derechos humanos y la resolución pacífica de los conflictos. ¿¿Qué significan estas ayudas a la industria armamentística??.

 

Desde el Proyecto Marcabrera creemos que las guerras solo tienen por objetivo el robo y el expolio y nada tienen que ver con la invocación a los nobles motivos que tan frecuentemente nos torpedean desde la complicidad de los medios de comunicación ( las guerras matan en nombre de la paz, en nombre de un dios, en nombre de la civilización, en nombre del progreso, en nombre de la democracia,….).

 

Permitimos al poder que al mismo tiempo que mueren cada minuto en el mundo 10 niños de hambre o de enfermedades curables inviertan en ese mismo minuto 3 millones de dólares en el industria militar.

 

Las armas exigen guerras y las guerras exigen armas. Y los cinco países que manejan Naciones Unidas, los que tienen derecho de veto, resultan ser también los cinco principales productores de armas del mundo. En Rey Lear, Shakespeare, había escrito que en este mundo los locos conducen a los ciegos.

 

Desde el Proyecto Marcabrera nos preguntamos, ¿hasta cuando permitiremos que la paz del mundo esté en manos de quien hace el negocio de la guerra?.

 

 

Redacción Marcabrera.