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CABRERA Y SUS CONDICIONES DE ACCESIBILIDAD.

Entre los objetivos fundacionales del Proyecto Marcabrera está garantizar la accesibilidad universal a sus rutas y productos de todas las personas, haciendo especial hincapié en aquellos grupos que presenten alguna discapacidad ó limitación física.

 

Actualmente nuestro buque insignia, el Marcabrera II, dispone de rampas de acceso con sillas de ruedas tanto por proa como por popa y los asientos tienen un sistema de fijación rápida que permite sean desmontados con facilidad, dejando el espacio suficiente para fijar con seguridad las sillas de ruedas.

 

A su vez el personal del Proyecto Marcabrera dispone de un programa de formación continuada que incluye no solo los aspectos técnicos de la accesibilidad sino también todos los aspectos complementarios de ella (Esfera cognitiva, afectividad y conducta), así como apoyos al funcionamiento psicológico y de socialización,  extendiendo el concepto de accesibilidad a la comprensibilidad y usabilidad del entorno sobre el que desarrollamos nuestra actividad profesional diaria. Los elementos de apoyo a la difusión de los contenidos ambientales también cuentan con elementos que garantizan la accesibilidad.

 

El compromiso de promover, proteger y asegurar el pleno disfrute en condiciones de igualdad de todos los derechos humanos y libertades fundamentales por parte de todas las personas con discapacidad y el respeto de su dignidad inherente ya esta recogido por la Convención de las Naciones Unidas y la misma Constitución Española en su artículo 9,2, 10 y 14 consagran el principio de igualdad.

 

En cuanto al marco legislativo donde hasta ahora nos veníamos apoyando, el Decreto 110/2010, de 15 de octubre, sobre la supresión de las barreras arquitectónicas y el Real Decreto Legislativo 1/2013, de 29 de noviembre, sobre los derechos de las personas con discapacidad y de su inclusión social. Ahora se ve reforzado con la reciente publicación de la Ley 8/2017, de 3 de agosto, sobre la accesibilidad universal de las Illes Balears. Ley que desde el Proyecto Marcabrera aplaudimos como un elemento vertebrador en esta cuestión.

 

España cuenta con 14 parques nacionales (325.000 hectáreas de enorme valor ecológico). La oficina española de Europarc (Federación de Parques Naturales y Nacionales de Europa) ha publicado un catálogo de buenas prácticas, con las iniciativas llevadas a cabo para eliminar barreras en los parques de España.

 

Un claro ejemplo de parque accesible lo encontramos en el Parque Nacional de Timanfaya, en Lanzarote. En Tenerife, el Parque Nacional del Teide, declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO, dispone de un servicio de guía para personas con discapacidad. El Parque de Tablas de Daimiel, tiene un servicio similar. Su observatorio de la laguna adapta su visita a cada grupo según su discapacidad.

 

Otra propuesta la presenta el Parque Nacional de los Picos de Europa. Este parque posee una sala denominada “la cueva”, que permite al visitante experimentar en un mismo espacio los diferentes sonidos y texturas de los ecosistemas presentes en el parque. En el Parque Nacional de Sierra Nevada, la recreación de la naturaleza tiene lugar en diferentes talleres sobre astronomía, ecología, telares… todos adaptados para personas con discapacidad.

 

Además de estas propuestas concretas, los Parques Nacionales de España trabajan en una reconversión general para facilitar el acceso a los mismos. Así, por ejemplo, se han habilitado aparcamientos especiales para las personas con movilidad reducida, que incluso tienen permitido el acceso directo en vehículo al recinto en parques como el de Doñana (Andalucía), declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, o el de Aiguestortes i Estany de Sant Maurici,en Cataluña. El Organismo Autónomo de Parques Nacionales ha publicado “La Guía técnica de accesibilidad a los parques nacionales españoles para personas con movilidad reducida” de Hernández,J. y Boran,J.L.

Ya hemos comprobado que todas las personas son iguales en derecho y las administraciones públicas han de acometer las medidas necesarias para facilitar la participación de todos los ciudadanos y alcanzar dicha igualdad derecho que nos lleva a hablar de accesibilidad en los parques nacionales y que existe todo un conjunto de leyes, reglamentos y normas técnicas que así lo procuran.

El Proyecto Marcabrera, que lleva esta filosofía en su ADN, ha solicitado en numerosas ocasiones a los gestores del Parque Nacional un compromiso con la “Accesibilidad de sus recorridos” solicitando en concreto una adaptación del firme para evitar los obstáculos y colocación de barandillas durante todo el recorrido. Al menos un carril por el que circular a pie o en silla de ruedas de al menos 1,5 metros de anchura y un espacio libre vertical de al menos 2,20 metros, con las rejillas de escorrentía de barras de no más de 20 mm en sentido trasversal al de la marcha. Las superficies lisas y homogéneas, sin resaltes ni rehundidos, de pavimento ecológico antideslizante de un grado de compactación superior al 90% y exento de gravilla o material suelto.

El servicio de transporte colectivo al parque nacional de Cabrera está sometido a un elevado canon anual, lo que de alguna manera aún refuerza más las solicitudes de accesibilidad en los recorridos por parte del Proyecto Marcabrera.

En estos 8 últimos años han ido pasando diferentes gestores del parque nacional, todos con idéntico compromiso hacia nuestra ya reiterada reivindicación de accesibilidad con idéntico resultado: cero inversiones en este capítulo.

No hace mucho ha llegado como directora del parque nacional Dª María Francesca Lopez Cortes, esperemos que con diferente sensibilidad sobre el tema de la accesibilidad.

 

Redacción Marcabrera