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ECONOMIA CIRCULAR.

Nuestros procesos industriales están diseñados para fabricar elementos, que usaremos un tiempo limitado y acabamos tirándolos como residuos; además consumen enormes cantidades de energía y generan una gran cantidad de productos y subproductos extremadamente tóxicos y desperdician alrededor del 96% de la energía en forma de calor, golpeo mecánico o tratamiento químico. En cambio la Naturaleza favorece la vida funcionando en ciclos cerrados, sintetizando a temperatura ambiente materiales locales y biodegradables que son reconvertidos una u otra vez con trascendencia global, el Sol es su fuente de energía principal, adapta la forma a la función y la cooperación y la diversidad garantiza el éxito.

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Con ese nuevo paradigma de diseño sostenible y con los cimientos de la concepción de ecointeligencia y de biomimetismo como base de la nueva organización de sistemas donde los ciclos de vida de los productos sean cerrados a inspiración de la Naturaleza, desaparecería el concepto de basura, desperdicios o residuos. Los productos pueden ser desmontados una vez que dejan de ser útiles, y sus componentes vuelven a formar parte de los ciclos naturales o industriales con un consumo mínimo de energía. Los nutrientes biológicos estarían compuestos de materiales totalmente biodegradables que podrían regresar a la naturaleza sin problemas y ser integrados en los procesos naturales. Los nutrientes técnicos, principalmente polímeros o aleaciones, que pueden ser reutilizados de manera sencilla y poco costosa en términos energéticos.

 

El diseño se apoyaría en la capacidad de un sistema para soportar una perturbación, manteniendo su estructura y funcionamiento (resistencia) y en la recuperar la estructura y el funcionamiento tras una perturbación (resiliencia) al igual que los ecosistemas que están compuestos por una mayor diversidad de organismos y de interacciones entre los mismos. E independientemente de la escala, los elementos de un sistema estarán altamente interrelacionados mostrando, en muchas ocasiones, relaciones no lineales entre ellos.

 

En esta nueva economía circular la tecnología podría ser alquilada por la empresa productora al usuario. El productor iría mejorando cada cierto tiempo el producto usando los componentes de los aparatos que van quedando obsoletos y como ocurre en la naturaleza, toda la energía procede de fuentes que se van renovando con el paso del tiempo, fundamentalmente el Sol.

En enero de 2012 la fundación Ellen MacArthur encargó a la consultora McKinsey & Company un informe llamado - Hacia la Economía Circular: razones económicas y comerciales para una transición económica acelerada (Towards the Circular Economy: Economic and business rationale for an accelerated transition)-. Este informe concluye que gran parte del sector de manufactura europeo podría ahorrar unos 650.000 millones de euros de aquí al 2025, si rediseñara sus sistemas productivos de acuerdo con la economía circular.

 

Lectura recomendable “DISEÑO DE LA CUNA A LA CUNA” por William McDonough y Michael Braungart.

 

Redacción Marcabrera