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ENERGIA SOLAR

El mundo pasó recientemente por un punto de inflexión y está apostando más por las energías limpias que, por el carbón, el gas natural y el aceite combinados.

 

Según un informe de Bloomberg New Energy Finance/BNEF, el mundo está experimentando una transformación importante en los mercados de energía. Durante el 2016, por primera vez, la energía solar se va convirtiendo en la forma más barata de obtener electricidad. Los precios de la energía solar han caído por debajo de los de la eólica, dado que los costos de los paneles solares están cayendo más rápido que los de aerogeneradores. Esto era previsible, pero los expertos no imaginaban que sucedería tan pronto.

 

Las subastas del 2016, en las que las empresas privadas compiten por contratos masivos de suministro de electricidad, establecen récord tras récord de energía solar barata. El primero fue un contrato que se firmó en enero para producir electricidad a 64 dólares por megavatio hora en la India, luego se llegó a un acuerdo en agosto, que fijó el costo del megavatio hora en Chile en 29,10 dólares, una cifra que es aproximadamente la mitad de lo que le cuesta al país andino producir con carbón.

 

Esos son contratos nuevos, pero hay un montón de proyectos que ya funcionaban y deben tomarse en cuenta. Cuando todos los proyectos de 2016 se contabilicen en los próximos meses, es probable que la cantidad total de energía solar fotovoltaica añadida a nivel mundial, supere la del viento por primera vez. Las últimas proyecciones de BNEF estiman que podrían alcanzar los 70 gigavatios la potencia de energía solar recién instalada en 2016, en comparación con los 59 gigavatios que provienen de parques eólicos

 

Ahora la energía solar no subsidiada está comenzando a competir con el carbón y el gas natural en una escala mayor y en particular, los nuevos proyectos solares en los mercados emergentes cuestan menos en promedio, que los proyectos que emplean otro tipo de fuentes.

 

Gran parte del mérito de esta nueva etapa se debe a China, que ha estado investigando e invirtiendo en energía solar y lo ha hecho nos solo de fronteras adentro, sino que se ha ocupado de ayudar a otros países a financiar sus propios proyectos.

 

El cambio general a la energía limpia es más caro en las naciones más ricas, donde la demanda de electricidad es plana o está en descenso y la nueva energía solar debe competir con las plantas de carbón y gas existentes. Pero en los países de economías emergentes (China, Chile, Brasil, Uruguay, Sudáfrica e India), que están agregando nueva capacidad eléctrica lo más rápidamente posible, la energía renovable sin subsidios superará cualquier otra tecnología.

 

En cuanto a la inversión en energías renovables, los mercados emergentes han tomado la delantera sobre los países que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), gastando casi 150.000 millones de euros en 2015, en comparación con los 140.000 millones de los países ricos. Las tasas de crecimiento de las energías limpias son más altas en estos estados, por lo que es probable que sigan siendo los líderes en la producción de energías verdes quizá indefinidamente, especialmente ahora que se han puesto de acuerdo para establecer objetivos comunes en cuanto a producción no contaminante.

 

 

Mientras que el mundo avanza a marchas forzadas hacia las energías limpias el Gobierno central a duplicado el impuesto al sol para los autoconsumidores de Baleares, que desde el 1 de enero de 2017 tienen que pagar una media de 40 euros por megavatio hora de energía verde producido y consumido.

 

El impuesto pasa de 19 a 40 euros para Baleares y afectará entre 300 y 400 instalaciones de autoconsumo de todo el archipiélago.

 

Teniendo en cuenta que tenemos un parque de generación eléctrica con un coste de producción muy superior al sistema peninsular además de altamente contaminante, este impuesto ya era recesivo, pero ahora con este incremento para Baleares del 100% no puede ser considerado sino como un ataque directo al desarrollo de las necesarias tecnologías renovables en las islas y difícilmente entendible cuando el Govern ha declarado que tiene como objetivo alcanzar el 20 % de producción de energía renovable para el 2020. Actualmente tan solo está en un 3 %.

 

Desde Marcabrera entendemos que el autoconsumo energético es un derecho cívico y el camino más seguro para el desarrollo de tecnologías de producción de electricidad renovable en nuestras islas y que es necesario recuperar cuanto antes la seguridad jurídica anterior a las lesivas políticas energéticas implantadas desde el Gobierno central.

 

Redacción Marcabrera